TITE KUBO
Lo que Ichigo Kurosaki menos hubiera deseado tener, era la habilidad de poder ver fantasmas. Él pensaba que no le iba a servir para nada útil hasta el día que se vio envuelto en una situación de peligro cuando su familia sufrió el ataque de un Hollow, una malévola alma perdida. Una serie de sucesos lo convierten en un Shinigami, dedicando su vida a proteger a los inocentes y ayudando a que los espíritus atormentados encuentren la paz en la Sociedad de Almas. Lo ayudan varios de sus amigos que cuentan con capacidades espirituales. También Urahara y Rukia, la shinigami que le cedió sus poderes.